Esta vez cruzamos la frontera para visitar Portugal, nuestra primera parada será en Viana do Castelo, una preciosa localidad marítima que ofrece unas vistas inolvidables desde el Monte de Santa Lucía.

Seguimos el camino dirección Braga, sin olvidarnos antes de parar en Barcelos,  una plácida ciudad ribereña, famosa por su mercado de cerámica y artesanía.

En  Braga, merece la pena perderse por sus calles medievales , sus hermosos  jardines y sus más de treinta iglesias, también hay que visitar el santuario de Bom Jesus, a las afueras de la ciudad, con sus espléndidas escalinatas.

Otra visita que no debemos perdernos es Guimarães, es una de las ciudades portuguesas más fascinantes, cuyo centro medieval fue clasificado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

A Oporto tenemos que dedicarle un día entero, al igual que Guimarães, fue declarada Patrimonio de la Humanidad. La ciudad vive un  bullicio de visitantes por las tabernas y tascas del barrio de la Ribeira. Al otro lado del río Duero nos encontramos con Vila Nova de Gaia, con sus históricas bodegas, de donde sale el famosísimo vino reconocido en todo el mundo.

De camino, nos pararemos, antes de acabar la ruta, en Vila do Conde y Póvoa de Varzim, ambas ofrecen arenosas playas, entretenimiento y diversión nocturna.