La ruta comienza en Betanzos, una de las villas más monumentales de Galicia. Posee un centro histórico que es un laberinto de granito.

Pontedeume reclama un relajado paseo por su casco antiguo, remontando el río Eume entramos en la zona de Fragas de Eume, que alberga uno de los bosques atlánticos más extensos de la península. Ferrol está blindado por un estrecho en el que, vigilan los castillos de la Palma y San Felipe.

Siguiendo la carretera se llega a Cedeira, pueblo marinero con una larga y curvada playa.La ruta sigue hacia Cabo Ortegal, deteniéndonos antes en San Andrés de Teixido, aldea marinera anclada entre prados. La ría de Ortigueira está plagada de impresionantes playas vírgenes con dunas. Los faros de Ortegal y Estaca de Bares ofrecen una visión única de los acantilados. En el camino hay que hacer una parada en O Barqueiro. En O Vicedo, se puede disfrutar de más playas de fina arena y de las vistas sobre la isla de Coelleira, refugio de aves. El pueblo de  Viveiro se encuentra al fondo de la ría, rodeado de miradores privilegiados.

Antes de llegar al final del recorrido hay que detenerse en la fábrica de Sargadelos y Foz, un destino de veraneo.

Acabamos en Ribadeo, pero antes hacemos una parada en la playa de As Catedrais, conviene visitarla con la marea baja.